Trastornos
del sueño
El sueño es un estado fisiológico de
autorregulación y reposo uniforme de un organismo. Es caracterizado por los
bajos niveles de actividad fisiológica como presión sanguínea, respiración y
por una respuesta menor ante estímulos externos.
La función biológica del sueño
es que
durante el estado de sueño, el sistema glinfático,
se activa diez veces más en comparación al estado de vigilia, esto permite que
los residuos de las células cerebrales se eliminen con mayor eficacia.
Durante
el sueño se produciría una contracción de las células cerebrales, creándose así
más espacio entre ellas y con ello permitiendo que el líquido cefalorraquídeo
circule más fácilmente a través del tejido cerebral; limpiándose así más
libremente los residuos, tales como la proteína beta-amiloide responsable de la enfermedad de
Alzheimer.
Los trastornos
del sueño o desórdenes del sueño
son un grupo de padecimientos que
afectan el desarrollo habitual del ciclo
de sueño y vigilia. Algunos
trastornos del sueño pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento
físico, mental y emocional del individuo.
No
son una patología grave, pero tienen serias implicaciones en la vida diaria,
como: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para
cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales.
Su origen es muy variado, en ocasiones, aparecen como efecto de otras enfermedades y otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras patologías.
Su origen es muy variado, en ocasiones, aparecen como efecto de otras enfermedades y otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras patologías.
Existen algunos factores de
riesgo para que se den dichos trastornos. Se considera a la edad principalmente
en las últimas décadas de la vida, como un factor de riesgo, la mayoría de los
estudios coinciden que ser del sexo femenino es un factor pues la proporción de
individuos ha sido mayor. Circunstancias adversas en la vida, como por ejemplo,
estrés, problemas personales, económicos, etc. en la mayoría de las veces son
causa de trastornos del sueño principalmente de insomnio primario.
También se ha
visto que en las personas que se encuentran divorciados, separadas o viudas, la
frecuencia de trastornos del sueño es mayor. Influye el consumo de sustancias con
algún efecto estimulante o somnífero principalmente. Hay cientos de trastornos,
pero trataremos los más relevantes.
El insomnio es la
dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido. Los episodios
pueden aparecer y desaparecer, durar entre 2 y 3 semanas o ser crónicos. Dentro de los criterios diagnósticos: el individuo se queja de la dificultad
para conciliar el sueño, dificultad para mantenerse dormido o sueño no reparador,
la alteración del sueño se produce al menos tres veces por semana, durante al
menos un mes, produce un malestar marcado o una interferencia en el
funcionamiento personal de la vida diaria. La persona afectada está
constantemente vigilando sus horas de sueño.
La Hipersomnia es una entidad diferente que se caracteriza por la
aparición de somnolencia de una forma periódica durante varios días o semanas
con la presencia de varios periodos sintomáticos varias veces al año, en los
periodos asintomáticos la duración del sueño y el nivel de alerta diurno son
normales.
Su principal característica es la somnolencia excesiva durante el día al
menos por un mes, mostrado por sueño prolongado, mayor de 8 horas, con la
calidad del sueño normal, dificultad al despertar, somnolencia en las horas
habituales de vigilia por lo que hay siestas intencionadas y sueños inadvertidos.
Este tiene que ser de la suficiente gravedad para provocar un deterioro
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otra actividad de
la persona que lo padece, no se debe a otros trastornos del sueño o de otro trastorno
mental ni se debe a efectos fisiológicos directos de una sustancia o enfermedad
médica.
La narcolepsia,
es un trastorno del sueño poco frecuente pero importante de reconocer. Se
caracteriza por la presencia de intensos ataques de sueño, parálisis del sueño,
sueños muy vívidos y cataplexia.
La categoría de los trastornos no orgánico del ciclo sueño comprende,
el retraso de la fase de sueño, desfase por cambio de husos horarios, trabajos
en turnos.
Los criterios diagnósticos son: el patrón de sueño vigilia del individuo
no está sincronizado con el ciclo sueño vigilia deseable, de acuerdo a la
costumbre social y a lo compartido por la mayoría de individuos en su entorno,
como resultado de esa alteración en el ciclo sueño vigilia, la persona padece
insomnio durante el periodo en que los demás duermen, o hipersomnia durante el periodo
en que los demás están despiertos. Con una frecuencia casi diaria durante el
menos un mes o de forma recurrente durante pequeños periodos de tiempo,
la cantidad, el tiempo y la calidad insatisfactorios de sueño ocasionan
un malestar personal marcado o influyen en el funcionamiento personal de la
vida cotidiana
Sonambulismo es un estado de conciencia alterada en las que se combinan fenómenos
del sueño y vigilia. Cuando ocurre un episodio de sonambulismo la persona se
levanta de la cama por lo general durante el primer tercio del sueño nocturno,
y deambula, mostrando un nivel bajo de conciencia, reactividad y torpeza en sus
movimientos, cuando despierta no suele recordar lo que hizo. Puede aparecer a
cualquier edad, aunque la mayoría de los episodios se presenta en niños entre
los 4 y 8 años y sueñe remitir
en la adolescencia. En el adulto suele adoptar un carácter crónico con
altas y bajas o episodios aislados.
Los criterios diagnósticos son: durante un episodio la persona tiene la cara
sin expresiones, la mirada fija, falta de respuesta a los esfuerzos de los
demás por modificar el episodio o para comunicarse con él, y solo puede ser
despertado con un esfuerzo mayores, al despertarse no se recuerda el episodio,
al cabo de varios minutos del despertar del episodio no hay trastornos de la
actividad mental o del comportamiento, aunque primero puede haber un periodo
corto de cierta confusión y desorientación.
Terrores del sueño (terrores nocturnos) se caracteriza por episodios nocturnos de terror y pánico que se acompañan
de gritos, movimientos bruscos e hiperactividad vegetativa.
Los criterios diagnósticos son: episodios repetidos en los cuales la
persona se levanta del sueño con un grito de pánico y mucha ansiedad,
movimientos bruscos e hiperactividad vegetativa. Los episodios se producen
principalmente durante el primer tercio del sueño, la duración es menor de 10
minutos, si otros intentan tranquilizar durante el episodio, no hay respuesta y
se continúan la desorientación y los movimientos.
Las pesadillas son experiencias que se acompañan de ansiedad o miedo,
existe un recuerdo muy detallado que implica una amenaza para la supervivencia,
la seguridad o autoestima. Con frecuencia suele repetirse el mismo tema, no existe
amnesia al evento, ni problemas en la orientación.
Los criterios diagnósticos son: el despertar puede producirse en
cualquier momento del periodo de sueño, pero mayormente suele producirse
durante la segunda mitad, tras despertar del sueño terrorífico la persona pasa
a estar rápidamente orientado y alerta.
La apnea del
sueño se define como la presencia de repetidos episodios de colapso de la vía
aérea superior durante el sueño. Los síntomas son la marcada somnolencia
durante el día y ronquidos estertorosos durante la noche. Estos ronquidos
tienen además una característica especial, son interrumpidos por períodos de
silencio que se prolongan por varios segundos, son de gran intensidad y suelen
despertar a la pareja.
Bruxismo es un trastorno del
movimiento mandibular, caracterizado por el apriete y/o rechinamiento de los
dientes, el cual se puede producir durante el sueño, la vigilia o ambos.
Es
importante realizar un diagnóstico y manejo adecuado, ya que se le considera un
factor causal de otros desórdenes funcionales y dolorosos que involucran a
otras estructuras cráneofaciales y cervicales. El diagnóstico se basa
principalmente en el reporte de ruidos dentarios durante el sueño y/o el dolor
o la tensión en los músculos mandibulares al despertar.
Según los resultados de varios estudios
científicos, dormir bien es vital para que
nuestro organismo realice sus funciones fisiológicas y psicológicas, como
reparar de los tejidos, el crecimiento, fortalecer la memoria y el aprendizaje.
El tratamiento todas estos trastornos relacionadas con esta función fisiológica debe hacerse sobre la base de un diagnóstico apropiado.
El tratamiento todas estos trastornos relacionadas con esta función fisiológica debe hacerse sobre la base de un diagnóstico apropiado.