martes, 28 de abril de 2015



Trastornos del sueño
 

El sueño es un estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme de un organismo. Es caracterizado por los bajos niveles de actividad fisiológica como presión sanguínea, respiración y por una respuesta menor ante estímulos externos.

La función biológica del sueño es que durante el estado de sueño, el sistema glinfático, se activa diez veces más en comparación al estado de vigilia, esto permite que los residuos de las células cerebrales se eliminen con mayor eficacia. 
Durante el sueño se produciría una contracción de las células cerebrales, creándose así más espacio entre ellas y con ello permitiendo que el líquido cefalorraquídeo circule más fácilmente a través del tejido cerebral; limpiándose así más libremente los residuos, tales como la proteína beta-amiloide responsable de la enfermedad de Alzheimer.

Los trastornos del sueño o desórdenes del sueño son un  grupo de padecimientos que afectan el desarrollo habitual del ciclo de sueño y vigilia. Algunos trastornos del sueño pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional del individuo.
No son una patología grave, pero tienen serias implicaciones en la vida diaria, como: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales.
Su origen es muy variado, en ocasiones, aparecen como efecto de otras enfermedades y otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras patologías.

Existen algunos factores de riesgo para que se den dichos trastornos. Se considera a la edad principalmente en las últimas décadas de la vida, como un factor de riesgo, la mayoría de los estudios coinciden que ser del sexo femenino es un factor pues la proporción de individuos ha sido mayor. Circunstancias adversas en la vida, como por ejemplo, estrés, problemas personales, económicos, etc. en la mayoría de las veces son causa de trastornos del sueño principalmente de insomnio primario.
 También se ha visto que en las personas que se encuentran divorciados, separadas o viudas, la frecuencia de trastornos del sueño es mayor. Influye el consumo de sustancias con algún efecto estimulante o somnífero principalmente. Hay cientos de trastornos, pero trataremos los más relevantes.

El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido. Los episodios pueden aparecer y desaparecer, durar entre 2 y 3 semanas o ser crónicos. Dentro de los criterios diagnósticos: el individuo se queja de la dificultad para conciliar el sueño, dificultad para mantenerse dormido o sueño no reparador, la alteración del sueño se produce al menos tres veces por semana, durante al menos un mes, produce un malestar marcado o una interferencia en el funcionamiento personal de la vida diaria. La persona afectada está constantemente vigilando sus horas de sueño.
 
 
La Hipersomnia es una entidad diferente que se caracteriza por la aparición de somnolencia de una forma periódica durante varios días o semanas con la presencia de varios periodos sintomáticos varias veces al año, en los periodos asintomáticos la duración del sueño y el nivel de alerta diurno son normales.
Su principal característica es la somnolencia excesiva durante el día al menos por un mes, mostrado por sueño prolongado, mayor de 8 horas, con la calidad del sueño normal, dificultad al despertar, somnolencia en las horas habituales de vigilia por lo que hay siestas intencionadas y sueños inadvertidos. Este tiene que ser de la suficiente gravedad para provocar un deterioro clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otra actividad de la persona que lo padece, no se debe a otros trastornos del sueño o de otro trastorno mental ni se debe a efectos fisiológicos directos de una sustancia o enfermedad médica. 

La narcolepsia, es un trastorno del sueño poco frecuente pero importante de reconocer. Se caracteriza por la presencia de intensos ataques de sueño, parálisis del sueño, sueños muy vívidos y cataplexia.

 

 

La categoría de los trastornos no orgánico del ciclo sueño comprende, el retraso de la fase de sueño, desfase por cambio de husos horarios, trabajos en turnos.
Los criterios diagnósticos son: el patrón de sueño vigilia del individuo no está sincronizado con el ciclo sueño vigilia deseable, de acuerdo a la costumbre social y a lo compartido por la mayoría de individuos en su entorno, como resultado de esa alteración en el ciclo sueño vigilia, la persona padece insomnio durante el periodo en que los demás duermen, o hipersomnia durante el periodo en que los demás están despiertos. Con una frecuencia casi diaria durante el menos un mes o de forma recurrente durante pequeños periodos de tiempo,
la cantidad, el tiempo y la calidad insatisfactorios de sueño ocasionan un malestar personal marcado o influyen en el funcionamiento personal de la vida cotidiana 

Sonambulismo es un estado de conciencia alterada en las que se combinan fenómenos del sueño y vigilia. Cuando ocurre un episodio de sonambulismo la persona se levanta de la cama por lo general durante el primer tercio del sueño nocturno, y deambula, mostrando un nivel bajo de conciencia, reactividad y torpeza en sus movimientos, cuando despierta no suele recordar lo que hizo. Puede aparecer a cualquier edad, aunque la mayoría de los episodios se presenta en niños entre los 4 y 8 años y sueñe remitir
en la adolescencia. En el adulto suele adoptar un carácter crónico con altas y bajas o episodios aislados.
Los criterios diagnósticos son: durante un episodio la persona tiene la cara sin expresiones, la mirada fija, falta de respuesta a los esfuerzos de los demás por modificar el episodio o para comunicarse con él, y solo puede ser despertado con un esfuerzo mayores, al despertarse no se recuerda el episodio, al cabo de varios minutos del despertar del episodio no hay trastornos de la actividad mental o del comportamiento, aunque primero puede haber un periodo corto de cierta confusión y desorientación.

Terrores del sueño (terrores nocturnos) se caracteriza por episodios nocturnos de terror y pánico que se acompañan de gritos, movimientos bruscos e hiperactividad vegetativa.
Los criterios diagnósticos son: episodios repetidos en los cuales la persona se levanta del sueño con un grito de pánico y mucha ansiedad, movimientos bruscos e hiperactividad vegetativa. Los episodios se producen principalmente durante el primer tercio del sueño, la duración es menor de 10 minutos, si otros intentan tranquilizar durante el episodio, no hay respuesta y se continúan la desorientación y los movimientos.

Las pesadillas son experiencias que se acompañan de ansiedad o miedo, existe un recuerdo muy detallado que implica una amenaza para la supervivencia, la seguridad o autoestima. Con frecuencia suele repetirse el mismo tema, no existe amnesia al evento, ni problemas en la orientación.
Los criterios diagnósticos son: el despertar puede producirse en cualquier momento del periodo de sueño, pero mayormente suele producirse durante la segunda mitad, tras despertar del sueño terrorífico la persona pasa a estar rápidamente orientado y alerta.
 

La apnea del sueño se define como la presencia de repetidos episodios de colapso de la vía aérea superior durante el sueño. Los síntomas son la marcada somnolencia durante el día y ronquidos estertorosos durante la noche. Estos ronquidos tienen además una característica especial, son interrumpidos por períodos de silencio que se prolongan por varios segundos, son de gran intensidad y suelen despertar a la pareja.
 
 
Bruxismo es un trastorno del movimiento mandibular, caracterizado por el apriete y/o rechinamiento de los dientes, el cual se puede producir durante el sueño, la vigilia o ambos.
Es importante realizar un diagnóstico y manejo adecuado, ya que se le considera un factor causal de otros desórdenes funcionales y dolorosos que involucran a otras estructuras cráneofaciales y cervicales. El diagnóstico se basa principalmente en el reporte de ruidos dentarios durante el sueño y/o el dolor o la tensión en los músculos mandibulares al despertar. 
 

Según los resultados de varios estudios científicos, dormir bien es vital para que nuestro organismo realice sus funciones fisiológicas y psicológicas, como reparar de los tejidos, el crecimiento, fortalecer la memoria y el aprendizaje.
El tratamiento todas estos trastornos relacionadas con esta función fisiológica debe hacerse sobre la base de un diagnóstico apropiado.